Estación Material Vol.4 : Un catalizador de nuevas narrativas en el arte contemporáneo en México

Alejandro Almanza Pereda, Galería Curro

La cuarta edición de Estación Material se llevo a cabo del 26 al 28 de septiembre de este año, invitando una vez más a miembros de la comunidad artística de Guadalajara, así como a fans del arte y el público en general a reunirse y celebrar la creatividad de artistas mexicanos e internacionales. Con más de 500 asistentes tan solo el día de inauguración, Estación Material deja en claro el fuerte posicionamiento de la ‘Perla Tapatía’ como centro de talento creativo y destino del arte en México.

Estación Material, iniciativa derivada de la feria homónima Material, es una de las ferias de arte en México más importantes de la última década junto con Zona Maco, Salon ACME, entre otros. Su sede para esta edición fue Plataforma, centro de arte contemporáneo y espacio de investigación curatorial situado en la emblemática colonia Americana de Guadalajara.

En esta edición, la feria ocupó los dos pisos principales del espacio Plataforma, donde cada galería presentó un proyecto de unx artistx, saliéndose del formato de “cubo blanco” de ferias de arte tradicionales. Entre los proyectos y galerías participantes se encontraban Campeche (CDMX), CURRO (Guadalajara), Galería Enrique Guerrero (CDMX, Todos Santos), Galería Karen Huber (CDMX), Galería Nordenhake (CDMX, Berlín, Estocolmo), guadalajara90210 (CDMX, Guadalajara), PALMA (Guadalajara), PEANA (CDMX), Pequod Co. (CDMX), Proyecto Paralelo (CDMX), Saenger Galería (CDMX), sala:GAM (CDMX), Terreno Baldío (CDMX), Tiro Al Blanco (Guadalajara), Travesía Cuatro (Madrid, CDMX, Guadalajara), Aberrante (Morelia), Azul Arena (Ciudad Juárez), Planta Libre (Mexicali), Proyecto E.M.E. (Cuernavaca), Sala de Espera (Tijuana), Yutindudi (Sierra Mixteca).

Además de la exposición de obras, la feria incluyó pláticas, eventos de premiación a proyectos, espacios de convivencia y un DJ set. Entre performances, amigos tal vez tomando una cerveza, risas y contemplación, las galerías y proyectos presentes presumieron las obras de inéditas de artistas consolidados y emergentes. Fue, definitivamente, un fin de semana divertido para todos los asistentes. Sin embargo, hay algo más interesante gestándose detrás de lo que pareciera en una primera lectura un momento de diversión y esparcimiento.

Santiago Evans Canales, Residencia Plataforma

Desde un punto de vista crítico sobre el estado del mercado del arte en México (si es que se puede afirmar que eso exista), es importante destacar que las actividades alrededor de la feria no sólo despiertan el interés del público en general sino que crean espacios de encuentro donde, en un formato más relajado que en un museo o una galería, distintos actores de la industria del arte y público en general pueden reflexionar sobre qué significa hacer, apreciar y “consumir” arte en Hispanoamérica. A pesar del ímpetu que la industria creativa ha vivido en nuestro país desde hace algunos años (sobre todo impulsada por la llegada de extranjeros a partir del 2020), no es difícil escuchar que México todavía “es un país para ingenieros, abogados y doctores”.

Aunque la cantidad y calidad de talento artístico en nuestro país es claro, existe todavía una barrera con el público en general en cuanto a la apreciación del arte en la mayoría del país. Concedo que se podría retar esta afirmación citando, correctamente, múltiples ejemplos de proyectos e iniciativas exitosos en Ciudad de México y algunos centros estratégicos en nuestro país. Lo que es cierto es que los discursos del arte contemporáneo todavía le parecen lejanos y ajenos a la mayoría de la población. Es en este rubro que proyectos como Estación Material y Plataforma realizan una labor increíblemente valiosa en revalorizar prácticas artesanales como método de expresión artística, apoyar artistas locales, y aportar un punto de vista artístico y curatorial a temas de interés en nuestras comunidades.

Otro aspecto clave para desarrollar el ecosistema de arte en el país, y que no hay que perder de vista, es que como gremio tenemos que ser suficientemente valiosos culturalmente como para fomentar la creación de nuevas formas de coleccionismo, sin el cual un mercado de arte no puede subsistir. ¿Cómo, entonces, propiciamos un coleccionismo que sea no solo relevante, sino ético diverso y crítico en México? ¿Nos atrevemos a pensar también el un coleccionismo latinoamericano? Sin pretender conocer la respuesta, lo que propongo es que hay que intentar distintas formas. Es donde creo que Estación Material propone un modelo: crear espacios de reflexión y distintos modos de acercarse a vivir el arte.

Estación Material, desde la óptica de celebración del talento local y la creación de interés en el público en general, fue todo un éxito. Nos corresponde a la comunidad creativa seguir conectando con las audiencias, siendo críticos de las historias que fomentamos y entendiendo cual es el hilo narrativo principal de nuestra historia en el arte contemporáneo que nos permita generar coleccionismo y un modelo económico que sostengan el talento artístico que crece de forma exponencial, día con día.

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