La inestabilidad del mercado del arte como oportunidad para el desarrollo de nuevos modelos len mercados emergentes

Últimamente, las notas y artículos catastróficos que hacen referencia a la inestabilidad del mercado del arte global no faltan. Es cierto que la inestabilidad económica en varios países, incluyendo hubs importantes para la difusión y compra de arte como Estados Unidos, Reino Unido y Europa ha causado incertidumbre y reducción de fondos para museos e instituciones de arte establecidas. A esto, sumemos que la oferta de artistas y galerías emergentes es más de la que la cantidad de coleccionistas puede soportar. Lo que también es cierto es que las reglas que permiten a un proyecto tener éxito en el mercado del arte están cambiando. La incertidumbre y la turbulencia política presentan un reto para la estabilidad que las mega galerías e instituciones de arte establecidas habían construido en las últimas décadas. Podemos interpretar esta tendencia como una señal fatalista, pero también puede leerse como una oportunidad para que nuevos modelos de creación y representación emerjan.
Como caso de estudio están algunas galerías en Londres, como la galería IBRAAZ, Yan Du Projects, The Perimeter y the Brown Collection. Estas galerías son iniciativas financiadas de forma privada, que a diferencia de los grandes museos e instituciones, no se han visto tan afectados por la inestabilidad política de los últimos años gracias precisamente a que los fondos no vienen de recursos públicos o gubernamentales. Aunque los dirigentes de estas iniciativas no les gusta referirse a sí mismxs como “museos”, su programación, agenda y actividades se asemejan mucho, proporcionando un espacio curado y de relevancia cultural en donde los artistas pueden impulsar su carrera. Al mismo tiempo, estas iniciativas tienen la libertad de elegir la dirección creativa que mejor aporte a la representación de sus artistas y sus intereses intelectuales, sin ser sujetos a recortes gubernamentales o intereses políticos, como ha sucedido recientemente con la prohibición de “ideologías de izquierda” en los museos de Estados Unidos.

Si volteamos a ver el mercado de arte en México, podría decirse que la profesionalización del arte siempre se ha visto sujeta a inestabilidad y retos para financiarse en un contexto donde los recursos públicos no tienden a priorizar el arte contemporáneo. Aunque existen apoyos del gobierno a cultura en general, muchas de las iniciativas de arte contemporáneo son principalmente financiadas por el sector privado o esquemas de financiamiento mixtos. El momento que se está viviendo en México y Latinoamérica es relevante porque la oferta de arte es de talla mundial atrayendo a coleccionistas y medios de todo el mundo, con la ventaja de poder resistir a la inflación en precios de logística y cambios de prioridades a nivel gubernamental. Sea por factores adversos o no, la creación de galerías, ferias y espacios de encuentro artísticos independientes y financiados con recursos privados posicionan a mercados emergentes–como lo son México, países Latinoamericanos, Asia, etc.– como una propuesta interesante y resiliente a las adversidades del ecosistema del arte hoy en día. Los artistas, proyectos y galerías en estos mercados hoy se encuentran ante una posibilidad de redefinir la industria y posicionarse como líderes de pensamiento creativo, queda observar como reaccionará el público en general y cómo nuevos modelos de colaboración generan nuevas formas de inspirar y relacionarse con el arte.
